jueves, 13 de mayo de 2010

seximo/a en la lengua/o. Igualdad para todos/as

Estimada legión de seguidores y lectores, que encontráis en mis aportaciones lingüísticas una de vuestras razones para continuar adelante en vuestro peregrinar. He recibido por prácticamente el 100% de vosotros, quejas sobre la insistencia que he estado haciendo sobre el habla de mi suegra, y de mis faltas de ortografía, por lo que voy a cambiar el tema radicalmente, y trataré de estar más atento a mi escritura, para no dañar vuestra retina y el cerebro, hoy mi reflexión será el tema tratado en el aula del sexismo en el habla.

Cierto es de su existencia, sin ir más lejos, en la creación del plural, ejemplo: niños, en vez de niños y niñas, hombres en vez de hombres y mujeres, todos en vez de todos y todas, alumnos en vez de alumnos y alumnas... así una cantidad ingente de ellos, incluso en el orden de nombrarlos ya tendríamos una desigualdad, siempre el sexo masculino antes del femenino, cuando las normas más básicas de la educación, nos dicen que la mujer ha de ser primero, primero o primera al pasar, en los salvamentos de naufragios, en desastres..., pero y en la lengua ¿qué nos ocurre?.
Más hiriente es en las profesiones, donde todavía hay gente que se resiste a decir: ingeniera, doctora, geólogo...pero ¿ qué ocurre en profesiones como jueza, concejala, albañila?,¿ son del todo correctas?, a mi parecer hay un excesivo celo en la aplicación de la igualdad lingüística, pues las profesiones en su "formato original" no definen ningún sexo, solo un trabajo u ocupación. No decimos "juezo", pero sí "el juez", donde determinamos el sexo con el artículo determinado. Para mí sería más exacto decir "la juez", y lo mismo para todos los ejemplos que de profesiones en las que el sexo venga determinado por el artículo.

En caso contrario, ¿ no podríamos hablar de ? Policías-policíos.
periodista-periodisto.
maquinista-maquinisto.
ebanista- ebanisto.
electricista-electricisto.
artista-artisto.
escaparatista- escaparatisto.

Seguro que encontramos más ejemplos...En mi opinión, creo que donde sea posible, que se haga, pero sin llegar al ridículo, que no olvidemos la ley de economía lingüística, y si hoy se habla así, independientemente de los orígenes, no es para buscar el fastidio de nadie.

Espero que haya sido de vuestro agrado, y que os lleve a la reflexión, estoy abierto a todo tipo de comentarios siempre que sean constructivos y lo menos hirientes posibles.

Un saludo para todos y todas.

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